Un día estuve en casa de Joaquín Achucharro el gran concertista de piano que tiene mi mayor admiración me fascina su forma de interpretar y era una persona muy cercana, no me atreví ni a preguntarle donde tenía el piano que no lo veía por ninguna parte ni le dije que había asistido a sus conciertos. Ahora y desde entonces a las rotondas las llamo tortillas, vivía en Getxo (Vizcaya) le pregunte por una dirección y me explicaba, cuando llegues a la primera tortilla gira a la derecha y luego encontraras otra tortilla...me hizo tanta gracia lo de las tortillas que se me ha quedado posiblemente por la admiración que le tengo
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