30 de enero de 2011

Capítulo XXIV

Si volviera a nacer y tener la conciencia de ahora dedicaría mi vida a la música, (a veces dudo si arquitectura con música y además fotógrafo amateur). Desde pequeño me pasaba las horas escuchando música pegado a aquellas radios que parecían pequeñas catedrales de madera con la ventanita de luz amarillenta donde giraba el dial. Tendría yo 12 ó 13 años cuando le pedí a mi padre que quería aprender a tocar el piano. Por casa venia un practicante, Currito, que además era pianista y daba clases. Mi padre le contó mi deseo y él le contesto que para eso había que empezar desde más pequeño porque ya tenía los dedos muy duros. Nunca le he perdonado esta observación, Yo no pretendía ser un concertista, lo único que pretendía era vivir con la música, Ya con más de 20 años aprendí a leer una partitura y estudie teoría de la música, el análisis más certero que te lleva a conocer el verdadero sentido de una composición, tocar la guitarra clásica para lo que recibía clases de mi amigo José Franco y flamenco con Rafael del Águila, personaje inolvidable y maestro de una escuela jerezana que tantos y buenos guitarristas han heredados, yo tenía de compañeros de clases a Paco Cepero y Manuel Parrilla entre otros.

No me perdía ningún concierto aunque tuviera que sacar el dinero de la entrada por debajo de la tierra.



He hecho ese inciso porque este año en los jardines del Alcázar de Sevilla dio un concierto el “Cuarteto Vegh” Yo tenía 21 años, fue una antológica interpretación, estaba tan maravillado que de alguna manera quería agradecer y felicitar a estos músicos.


Sandor Vegh, violin. Sando Zödy, violin.
 Georges Janzer, viola. Paul Szabo, cello














Tenían una tienda en los jardines que les servían de camerino y en el intermedio me colé para de alguna manera expresarla mi admiración, eran húngaros, la única manera de entenderme con ellos era por señas, que entendieron, le alargue el programa de mano y los cuatro me lo firmaron, programa que guardo como una reliquia Mozart, Ravel, Brahms. Sandor Vegh (1912 - † 1997) formó el Cuarteto Vegh bajo su propio liderazgo, después he seguido su carrera. Murió siendo director de la Camerata Academica Des Mozarteums Salzburgo.





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