27 de mayo de 2011

Capítulo XL

Ya por el 1969 andaba buscando trabajo por Madrid, en el mundo del diseño y el mueble, cuando terminaba mi recorrido ya por la tarde me acercaba al MEAC, entonces en el edificio de la Biblioteca Nacional a reunirme con mi amigo el director para ir a tomarnos los consabidos whisky con otros amigos más en algún elegante Pub, amigos con los que yo también hacia buenas relaciones humanas pues eran gente importante, de las artes, la literatura, del mundo empresarial y amantes de la cultura. Como yo andaba magro de bolsillo no tenía inconveniente en pedirles contactos a los empresarios cuando ya tenía con ellos cierta confianza, Estas reuniones siempre continuaron aun mucho después de dejar Luis la dirección del MEAC, De estas reuniones en las que también había diplomáticos sobre todo sudamericano y donde Luis llevaba la voz cantante, conocí a Belisario Betancur embajador de Colombia, años después llego a la presidencia de su país y obtuvo el Príncipe de Asturias o Lluís Valls-Taberner presidente del Banco Popular, Paul Guinard director del Liceo Frances, hispanófilo el mayor especialista en Zurbarán, el jerezano Manuel de la Quintana por etonces Presidente de Urbis y otros de esta categoría social

Yo pretendía entrar en el campo del diseño del mueble para lo que me creía cualificado y además me encantaba, Pero lo que en parte de Europa era lo normal en España no interesaba. Puedo contar algunas entrevistas de las muchas que tuve.

El Corte Inglés tenía una fabrica “Móstoles Industrial” de muebles de cocina las famosa “Forlady” Como yo iba bien respaldado me recibió el director que estuvo conmigo atento y cordial, me enseño la fabrica estaba totalmente automatizada y robotizada era un ejemplo de modernidad en la fabricación, me dijo que ellos lo que necesitaba era buenos ingenieros para la puesta a punto de la fábrica y el funcionamiento de la maquinaria y que el diseño no era necesario que para eso estaban los italianos que eran muy punteros. Ellos iban a Italia y de allí se traían unas cuantas cocinas y con un delineante que ya tenían las fusilaban dándole ciertas variaciones y pasaban a los ingeniero que la ponían a punto de fabricación “Que inventen ellos” (Unamuno 1909). De estos polvos vienen estos lodos del atraso científico y tecnológico de España,

En un anuncio de periódico de selección de personal leí algo que me encajaba pues era sobre el diseño y fabricación de muebles. Me presente y la secretaria que me recibió tomo mis datos y que me llamarían porque se habían presentado muchísimos Lo tome con poca esperanza pero me llamaron, yo tenía buen currículo y empezaron a hacerme entrevista durante varios días y varias personas al final me dijeron que yo había sido seleccionado, que la empresa era “H Muebles” empresa que como profesional ya conocía, tenían Fabrica y tiendas por toda España de muebles caros Los dueños eran la familia Huarte multimillonarios navarros que yo había conocidos algunos de ellos, Eran coleccionista de arte y se relacionaban muchos con artistas tenían multitud de empresa de muy variadas ramas. Estos si hacían diseño original que encargaban a importantes arquitectos o pintores y escultores como a mi amigo Pepu ( José Luis Sánchez el de los Marianistas) que también hacia diseño industrial, Para darme el visto bueno vino el director de la fabrica con el que mantuve un par de entrevistas, me dijo que bien por el diseño pero que también tendría que asistir a reuniones sociales como para crearme un perfil y se me conociera. Esto ya no me gustaba, pero cuando me dijo que me tendría que quitar la barba me levante y me marche no llegamos a hablar de dinero, Luego me entere que había otro seleccionado que ocupaba el segundo lugar que contrataron,

Otro anuncio también de presa pedía diseñador de muebles para una fabrica (Maga) ubicada en el polo de desarrollo de Burgos y aunque no daban otra información yo sabían quién eran por que cuando tenía la tienda era cliente suyo y me habían invitado a la inauguración de la fábrica La empresa era una filial española de la Airbon francesa regentada por socios vascos. Me puse en contactos con ello sin darme a conocer y me enviaron un pliego de condiciones entre ellos diseñar un sofá. Yo pensé que jugaría con ventaja ya que el que iba a decidir era Verner Panton. Como yo conocía muy bien los muebles de este, para mí un genio del diseño, intente meterme en su cabeza para hacer algo que le pudiera interesar y diseñe un sofá blanco en fibra de vidrio con formas muy atrevidas Nunca me di a conocer y aunque iban firmados no creía que se acordaran de mí. Y me seleccionaron, ha sido una de las alegrías más grandes de mi vida que Panton me hubiera escogido a mi todavía me siento orgulloso, Pero en este ínterin alguien de los socios vasco había defalcado en las inversiones que los franceses descubren y todo se acabo, Y yo sufrí la mayor desilusión de mi vida, Yo ya conocía de antes al que resulto ser el ladrón y sabia un poco su vida tenía una colección de Rolls Royce antiguos, trepa y listo como el hambre. Menudo pájaro, no le he vuelto a ver.








20 de mayo de 2011

Capítulo XXXIX

Esto era ya 1968 - 1969 yo decidí volver a Madrid y buscar trabajo en el mundo del diseño la decoración o el mueble y me mantendría mientras tanto con el dinero ahorrado en Huelva, Estaba decidido, queme las naves enviando todas mis pertenecías a un guardamuebles de Madrid y a mi familia, ya tenía 4 hijos y otro de camino, a casa de mis suegros a Sevilla que se podían permitir tenerlos mientras yo buscaba una nueva vida. Me acomode en un hotelito barato y empecé a moverme, pero a los pocos días se presento mi amigo Vicente Vela que ya estaba bien instalado como diseñador de Loewe con un buen piso y un estupendo estudio, que me fuera a su casa, no tuvo que insistir mucho porque el hotel se me caía encima,

1968.- Había caído el ministro de educación el jerezano Lora-Tamayo y en su lugar entro Villar Palasi, (Gobierno de los tecnócratas) aumentando la mayoría del Opus en el gobierno, Florentino Pérez Embid (Opus Dei) (Aracena (Huelva) 1918 - † Madrid 1974) fue nombrado Director General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas, Ceso a Chucea Goitia como director Museo de Arte Contemporáneo, desmonto el Museo de Arte Moderno del que acababa de jubilarse su director Enrique Lafuente Ferrari, Museo que andaba en absurda competencia con el Contemporáneo y envío los fondo del el siglo XIX al Museo del Prado y los del XX al Contemporáneo que desde entonces paso a llamarse Museo Español de Arte Contemporáneo.(MEAC) y nombran director de este a Luis González Robles (1916- † 2003) (“Siéntate en la puerta y veras el cadáver de tu enemigo pasar”) a Chueca, el mismo que nos había dado una patada en trasero a todos incluido Luis, El conserje seguía siendo el mismo y el día que toma posesión González Robles pidió el traslado y desapareció.


Joaquí de la Puente
 Joaquín de la Puente Pérez, (Santander 1925 - † Madrid 2001) era una persona muy conflictiva, Yo le conocía desde mis tiempos de Bellas Artes estudios que él había realizado. Era ayudante de Lafuente Ferrari en sus trabajos de Historia del Arte. Con la ayuda de este fue el primero que consiguió ser conservador rompiendo la barrera corporativista de los licenciados en la facultad de Filosofía que en las oposiciones no dejaban pasar a nadie que no fuera de esa licenciatura. De la Puente es conservador y secretario, del Museo de Arte Moderno, Cuando Lafuente se jubila, el estaba convencido de ser el nuevo director,

Con la desaparición de Arte Moderno a él lo nombra subdirector del MEAC se siente defraudado  porque creía tener derecho a la dirección, lo que empieza a enfrentamientos con el nuevo director. Joaquín llama a Luis “el indocumentado” y Luis a su vez le llama “el innombrable”. Así que Pérez Embid para solucionar el enfrentamiento le envía como subdirector al Museo del Prado y conservador de las obras del siglo XIX procedente del Moderno de lo que por cierto era el mejor especialista, Yo con el mantuve siempre una amistad distante, El me dirigió un curso de Archivero Bibliotecario y Arqueólogo,

Luis González Robles
¿Quién era González Robles? Lo primero un gran amigo mío fuimos íntimos desde que le conocí en los 50 hasta su muerte en 2003. Cuando murió yo ya vivía Jerez pero en este tiempo iba yo con frecuencia a Madrid por razones de trabajo Luis vivía en una residencia no le quedaba familia y las que pudiera tener lo habían olvidado, yo siempre todas las tardes lo visitaba a tomarnos un wiskisito con él, cosa que fue costumbre toda su vida. El día que murió me llamaron y fui a Madrid de inmediato, Lo vele en el tanatorio y luego al responsorio y su incineración en el cementerio de La Almudena. Allí había una multitud sobre todo de artistas y ningún familiar. Yo me quede impresionado cuando la gente se acercaba a mí para darme el pésame,

Era sevillano y andaluz de verdad y ejercía como tal, aparentaba seriedad, pero era la persona con más sentido del humor que he conocido en mi vida. Yo viajé mucho con él por toda Europa y América y puedo contar centenares de anécdotas.

En ABC escribió un artículo Juan Manuel Bonet entonces director del Museo Reina Sofía con motivo de su muerte, para mi muy significativo ya que no era de la cuerda de González Robles, no estoy de acuerdo con parte del articulo Se salta toda la época en la que fue director del MEAC en que se construye el edificio de la Ciudad Universitaria y otras cosa importantes que hizo pero viniendo de alguien que no era  de su círculo resulta muy clarificador
10-7-2003

“Justo cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores acaba de editar un importante libro en torno a la contribución española a un siglo de historia de la Bienal de Venecia, fallece en Madrid, a los ochenta y siete años de edad, el sevillano Luis González Robles, figura decisiva en el proceso de difusión internacional de nuestro arte de vanguardia, y artífice, entre otros triunfos, de ese momento de gloria que fue el pabellón español en la Bienal de 1958. Con el tiempo, algunos de quienes fueron sus protegidos en los años cincuenta se distanciaron de él, considerándolo, como no podía ser de otro modo, como alguien perteneciente al aparato cultural del franquismo. Pero lo cierto es que sin un comisario de Bienales como González Robles, o sin un director general de Relaciones Culturales como José Miguel Ruiz Morales, o sin directores del Museo de Arte Moderno como José Luis Fernández del Amo o Fernando Chueca Goitia, o sin directores del Ateneo de Madrid como Vicente Cacho Viu o José Luis Tafur, las cosas hubieran tardado mucho más tiempo en normalizarse en España, en materia de cultura y artes modernos.

A González Robles no lo recordamos como crítico de arte, que dentro de su generación no alcanzó el nivel de un Cirlot o un Santos Torroella, o el de su paisano y no precisamente correligionario Moreno Galván. Tampoco deja un enorme quehacer en materia de comisariado de exposiciones. Su gran realización, aquella que casi merece el calificativo de genial, fue el diseño de los envíos españoles a las Bienales de Venecia, Sao Paulo y Alejandría, y el de una serie de colectivas españolas en museos importantes. En un momento de cierta apertura cultural respecto de lo que habían sido los años iniciales del franquismo, él tuvo la intuición de que el potencial artístico español, en el que creía sinceramente, podía contribuir a mejorar la maltrecha imagen internacional del país. Conocía a los de «Dau al Set», y a los de «Parpalló», y a los de «El Paso», y a los jóvenes vascos. De 1956 en adelante, estos creadores, y otros de similar significación, fueron mostrados por él en las Bienales. El momento de gloria, como lo he indicado hace unas líneas, fue la de Venecia de 1958, en la que hubo premios para Tàpies y Chillida, entre otros. Un año antes, Oteiza había conquistado el Premio de Escultura en la de Sao Paulo. El proceso, que incluyó muestras en museos de muchos países, culminaría en 1960, con una operación en comandita con los norteamericanos, gracias a la cual dos museos neoyorquinos, nada menos que el MOMA y el Guggenheim, dedicaron sendas colectivas a nuestros entonces jóvenes artistas.

En años sucesivos, las cosas se tornaron menos fáciles para González Robles. Varios de los artistas más destacados iniciaron un proceso de radicalización política que los condujo «extra muros» del sistema. Costó más trabajo, entonces, integrar envíos coherentes a las Bienales, o desarrollar una política en el MEAC.
La última vez que saludé a González Robles, al que traté poco, pero del que he oído todo tipo de anécdotas y sucedidos -qué lástima que no escribiera unas memorias-, fue en El Pardo, hace dos años, cuando recibió la Medalla de Oro de las Bellas Artes. El gesto del Monarca, recorriendo, a la vista de las dificultades de movimiento del crítico, la mayor parte de la distancia que lo separaba de él, constituyó algo emocionante. La medalla venía a reconocer, por encima de los avatares de la historia, la labor, sí, de una figura decisiva”.
Genoveva hija de Javier Tusell, creo, está escribiendo o ya lo ha hecho una tesis doctoral sobre la persona y la época de González Robles